El conocimiento sobre la biología de la abeja es la clave para el éxito de la apicultura.
Una colonia de abejas posee tres tipos de abejas: dos castas femeninas (una sola reina y muchas obreras), y una abeja macho llamada “zangano”.
Las reinas son hembras especializadas que ponen huevos para poblar la colonia y producen substancias químicas unificadoras para mantener una unidad cohesiva entre la reina y las obreras para asegurar así la supervivencia. A menudo las reinas viven 2 años, pero son más productivas en su primer año.
Las obreras son hembras que carecen de órganos reproductivos desarrollados. Las obreras construyen y mantienen los panales de cera, alimentan y crían a las abejas jóvenes después que la reina pone los huevos, y cuidan la colmena y a la reina. Las obreras de mayor edad dejan la colmena y visitan flores para recoger néctar y polen, recursos necesarios para la dieta de las abejas. Este néctar es madurado por las obreras y convertido en miel (la cual es usada como fuente de energía). El polen es usado como proteína necesaria para el crecimiento y el desarrollo de la colonia.